Palestine Blogs - The Gazette

Wednesday, June 14, 2017

El exilio español de la A a la Z

El exilio español de la A a la Z

Un grupo de investigadores publica un monumental diccionario en el que han trabajado durante veinte años y que rescata a los escritores desterrados tras la Guerra Civil

De izquierda a derecha, Emilio Prados, José Moreno Villa y Luis Cernuda, en la casa de Manuel Altolaguirre en México, en los años cincuenta.
De izquierda a derecha, Emilio Prados, José Moreno Villa y Luis Cernuda, en la casa de Manuel Altolaguirre en México, en los años cincuenta. ARCHIVO MORENO VILLA

El “viento sucio de la Historia”, como decía Salinas, los arrojó al otro lado del mundo. Tenían la maleta detrás de la puerta, no compraban muebles en sus casas de desterrados porque eso sería renunciar al regreso a España cuando muriera Franco. Pero Franco no se moría. Y ellos comenzaron a habitar en los cementerios del exilio.
¿Qué fue de los desterrados españoles? ¿Dónde se guarda su memoria? Un grupo de investigadores lleva veinte años trabajando en una obra que es un monumento a esa memoria olvidada y que ahora sale a la luz. El Diccionario Biobibliográfico de los escritores, editoriales y revistas del exilio republicano de 1939, publicado por la editorial sevillana Renacimiento, es la propuesta para viajar por esos recuerdos del exilio intelectual, el atlas de los mapas del destierro. Casi 1.500 entradas que se adentran en la vida y la obra de 1.191 autores españoles que tuvieron que huir de España tras la Guerra Civil.
El libro, que se presentará hoy en el Ayuntamiento de Sevilla con el respaldo del Centro de Estudios Históricos de Andalucía aprovechando el Día de la Memoria, es un trabajo colectivo del Grupo de Estudios del Exilio Literario (GEXEL), adscrito a la Universitat Autònoma de Barcelona. Un total de 102 investigadores que participan en un ambicioso proyecto editorial del que ya han salido interesantes trabajos de rescate de la obra perdida de estos escritores.
Deuda moral
El grupo GEXEL se creó en 1993 para reconstruir la memoria cultural del exilio republicano de 1939. Era un proyecto de intención académica pero que también tenía implicaciones éticas y políticas al considerar que España tenía que saldar una deuda moral con “aquellos españoles que pagaron con el destierro forzoso su fidelidad a la legalidad democrática republicana”, según argumentaban en el manifiesto de creación.
Exiliados españoles, que viajaban en el barco Sinaia, a su llegada a Veracruz (México), el 13 de junio de 1939.ampliar foto
Exiliados españoles, que viajaban en el barco Sinaia, a su llegada a Veracruz (México), el 13 de junio de 1939.
La mayor parte del exilio intelectual no ha sido incorporado de forma natural al patrimonio español. Salvo el caso de los desterrados de primera fila como Luis CernudaRafael AlbertiMaría Zambrano, Pedro Salinas o Francisco Ayala, el resto vive aún en el exilio puesto que es imposible encontrar sus libros en España, así en el franquismocomo en la democracia. “Las obras que mencionamos en el capítulo de Creación debieran ser obras presentes en el catálogo de la Biblioteca Nacional de Madrid a disposición de cualquier lector. Son parte de nuestro patrimonio literario e intelectual, sin cuyo conocimiento nunca estará completa la historia de la cultura”, asegura Manuel Aznar Soler, catedrático de Literatura Española Contemporánea de la Universitat Autònoma de Barcelona, director del GEXEL y coordinador del libro junto al profesor José Ramón López García. “La recuperación de esta biblioteca del exilio y de la historia de nuestro exilio republicano de 1939 debería haber sido un tema prioritario de la política cultural de Estado y sigue siendo una asignatura pendiente”, añade.
Cada entrada del diccionario es un viaje en el tiempo hacia esas biografías del exilio y también un recorrido por la España del destierro, la que crearon los exiliados, como tantas veces relató Max Aub. En México DF se reunían en cafés como el Papillón, en la antigua calle Madero, que les recordaba la Carrera de San Jerónimo de Madrid, o el Ambassadeurs del Paseo de la Reforma que les evocaba el restaurante Lhardy. Con Francisco Ayala se viaja a Buenos Aires: allí frecuentaban los cafés de la Avenida de Mayo, que era como la calle de Alcalá trasplantada al otro lado del mundo.
En los mapas del exilio que ahora se descubren con este diccionario surgen otras ciudades-refugio para aquella España peregrina como París, Toulouse, La Habana, Nueva York, Montevideo o Londres. En Inglaterra, el autor malagueño Salazar Chapela, que llamaban el “tío de Londres”, recibía en La Bretagne, un restaurante en South Kensington y luego se iba a la sala de pintura española de la National Gallery. Así veían pasar el tiempo y la Historia de la que ya no formaban parte.

EDITORIALES PARA LA SUBSISTENCIA

Este diccionario revisa, supera y amplía la obra mítica que en 1976 editó Taurus y que dirigió José Luis Abellán: El exilio español de 1939, en la que participaron autores desterrados como Manuel Andújar, Aurora de Albornoz, Tuñón de Lara o Juan Marichal. Abordaba el exilio desde la literatura, el teatro, el cine, la ciencia o el pensamiento. Y trataba un elemento fundamental en el que también incide el diccionario: la importancia de las revistas y las editoriales en los países de acogida, fundamentales para la subsistencia con el encargo de traducciones, correcciones, ilustraciones... Es el caso del Fondo de Cultura Económica de México o la bonaerense Losada.
“Si terrible es el olvido de los exiliados, aún lo ha sido más para las mujeres. En este diccionario aparecen historias sorprendentes como la de Victoria Kent, la política republicana, escondida en un pequeño apartamento con nombre falso en el París de los nazis y cuyo sufrimiento relató en el libro Cuatro años en París; la historia de la poeta Concha Méndez, o de María Lejárraga, que había sido esposa de Gregorio Martínez Sierra y desde el exilio tuvo que reivindicar la autoría de los textos que firmó con el nombre de él.
Algunos de aquellos exiliados se adaptaron sin problemas, o sobrevivieron pero jamás lograron adaptarse, otros idealizaron España hasta confundir sus recuerdos y la realidad, otros murieron antes de regresar a un país que ya no era el que recordaban como subrayó desolado Max Aub en La gallina ciega.

Hay momentos especialmente trágicos al repasar las entradas biográficas de los exiliados que nunca lograron adaptarse como Pedro Garfias al que solían ver platicar con fantasmas en las tabernas de México. Garfias es uno de los símbolos derrotados del exilio con su cátedra de cantinas y emérito del pulque. El poeta se bebió la vida dejando sus versos abandonados en servilletas de las tabernas. Parecía el más alegre, pero fue el que nunca asumió la derrota. Este diccionario cuenta su historia y la de más de un millar de aquellos expulsados a los que al morir, como decía el verso de Juan Rejano, “les hallaron España en el pecho”

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Wednesday, April 08, 2015

'Os xitanos seguen sendo uns descoñecidos para a inmensa maioría da poboación' - Praza Pública

'Os xitanos seguen sendo uns descoñecidos para a inmensa maioría da poboación' - Praza Pública

"Os xitanos seguen 

sendo uns descoñecidos

 para a inmensa maioría da poboación"



Inauguración da exposición ‘O pobo xitano en Lugo’
© Deputación de Lugo

A gran maioría dos máis de mil xitanos e xitanas que na actualidade viven na cidade de Lugo proceden dunha única familia que se asentou nos arrabaldes da urbe nos anos sesenta. A exposición O pobo xitano en Lugo, que este luns se inaugurou no Museo Provincial, fai un percorrido pola evolución desta comunidade nas últimas décadas, nun proceso de integración e normalización que, con todo, aínda non é completo, como destaca Manuel Vila López, presidente da Asociación de Promoción e Integración Xitana (APIX) da cidade.
A mostra, que se poderá ver ata este domingo 19 de outubro, foi inaugurada este luns polo responsable de Cultura da Deputación de Lugo, Mario Outeiro. Componse dunha serie de fotografías, recortes de xornais e datos estatísticos e históricos que serven para facerse coñecer todo proceso de implantación que viviron os xitanos en Lugo durante as últimas tres décadas.

"Nun comezo intentan integrarse como proletariado, pero moi poucos o fan. O traballo para terceiros non ía moi ben co seu carácter, e ademais poucos empresarios os contrataban. Tampouco teñen acceso ás vivendas normalizadas, e viven en chabolas", explica.
 "Instálanse primeiro pola zona de Fingoi, polas actuais rúa Armórica e rúa Marina Española, que naquel momento eran os arrabaldes da cidade. Era unha zona de hortas, camiños e de casas baixas, sen urbanizar. A finais dos sesenta o Ministerio de Vivenda realiza un plan de urbanización nesa zona. O Concello chega a un acordo con eles e ofrécenlles a zona de Carqueixo, onde estaba o vertedoiro municipal".Anteriormente os xitanos vivían máis ben nas zonas rurais, e percorrían a provincia comerciando co gando, sobre todo cabalos para o traballo no campo. Tamén facían cestos e vendíanllos aos paisanos para almacenaxe. "A partir dos anos 60, cando moitas persoas marchan vivir ás cidades: a Lugo e tamén a Madrid, Barcelona ou ao estranxeiro, e ademais comeza a mecanizarse o campo, deixa de usarse o gando cabalar para traballar a terra, e tamén deixan de usarse os cestos", explica Manuel Vila. "Os xitanos quedan sen medio de vida, e daquela tamén comezan a instalarse nas cidades, sobre todo nas aforas, facéndose sedentarios e dedicándose á venda ambulante ou a recoller chatarra", di.
"As primeiras vivendas en Carqueixo eran chabolas de plástico e de madeira. E nin o bus chegaba alí. Xa nos anos oitenta algunhas familias acceden ás vivendas sociais de Fingoi"
"A cousa foi cambiando moito", destaca Vila, "as primeiras vivendas en Carqueixo eran chabolas de plástico e de madeira. E nin o bus chegaba alí. Xa nos anos oitenta algunhas familias acceden ás vivendas sociais de Fingoi. Pouco a pouco tamén comezan os nenos a ir ao colexio". O presidente da Asociación de Promoción e Integración Xitana salienta que "a cousa foi evolucionando para ben. Das 300 familias xitanas que viven en Lugo máis de 270 habitan en vivendas normalizadas, ben de alugueiro, ben en vivendas sociais.Máis de cen rúas de Lugo teñen unha familia xitana vivindo nelas".
"Máis de cen rúas de Lugo teñen unha familia xitana vivindo nelas"
Porén, recoñece que "falta moito para a normalización" e que "os xitanos seguen sendo uns descoñecidos para a inmensa maioría da poboación lucense". Ademais, sinala que esta normalización "é moi necesaria", pois"os xitanos teñen un crecemento vexetativo moi diferente ao resto, polo que a poboación de xitanos nas próximas décadas vai ser moito máis importante do que é hoxe". "Dos máis de mil xitanos que hai en Lugo, só 16 teñen máis de 65 anos. A media de idade é de 20 anos", engade.

A muller xitana

Na presentación, Mario Outeiro remarcou "a especial atención que se lle dá nesta mostra ao gran avance do papel da muller xitana como eixo fundamental da familia e do propio pobo, así como os esforzos realizados por fomentar a súa autonomía persoal e social”. Algo no que tamén concorda Manuel Vila: "se o mundo cambiou totalmente para os xitanos, moito máis para as mulleres xitanas, seguramente cambiou todo máis nos últimos 50 anos que nos 600 anteriores que viviron en España", di. "Imaxina o que era antes criar unha familia de dez fillos sen os servizos que hai agora, sen auga corrente...", engade.
A Asociación de Promoción e Integración Xitana (APIX) é unha entidade sen ánimo de lucro que naceu nos anos 70, aínda que formalmente se fundou no 1983, co obxectivo principal da promoción integral das familias xitanas da provincia de Lugo. Así mesmo, neste tempo tamén loitaron por fomentar a implicación activa dos propios xitanos no seu propio desenvolvemento e dar a coñecer os valores culturais do pobo xitano nunha sociedade intercultural.
COA TÚA ACHEGA FAS POSIBLE QUE SIGAMOS PUBLICANDO NOVAS COMA ESTA.

Thursday, March 26, 2015

Thursday, November 07, 2013

David Galstyan - Grandes Fotografos

Wednesday, October 16, 2013

Parada en el andén de la miseria

Parada en el andén de la miseria

Parada en el andén de la miseria

Alrededor de las vías del tren de la mayor estación del norte de India se extiende un slum abandonado
Los niños trabajan robando entre los trenes y su vida juega a la ruleta rusa con cada picadura de mosquito
El 38% de los habitantes de una de las ciudades más importantes de "la potencia emergente" vive en poblados chabolistas
Una mujer prepara comida junto a las vías del tren en un slum de Varanasi, India. Octubre de 203 (Foto: Juan Luis Sánchez)
Una mujer prepara comida en el slum de la estación de tren de Varanasi (India). Octubre de 2013 (Foto: Juan Luis Sánchez)
Junto a la vía del tren desde donde los turistas se asoman al trauma por las ventanillas, una mujer amasa y pone al fuego tortas de trigo para acompañar la poca cosa que baila en los cazos y sartenes. A un metro de ella duerme su último bebé, sobre una bolsa de tela que una vez fue un saco de 50 kilos de azúcar blanca, manufacturada y extraída de las interminables cosechas del país.
La caña de azúcar es con el arroz o el trigo la base de la actividad económica de India, la "gran potencia emergente", dicen los titulares, la tercera en el ranking de FMI de economías mundiales. El PIB crece con la exportación de azúcar, pero de su producción malviven los pobres; y de su desecho, de sus bolsas y palos, están construídas sus casas y sus camas.
Sentado con dos amigos sobre una de esas bolsas de azúcar llena de basura, el pegamento entrecierra los ojos de Saurabh. Un trapo mugriento sale y entra de su bolsillo a cada poco. Esnifan, se ríen y controlan la hiperactividad de los más pequeños. Duermen entre plásticos, roban plástico, venden plástico y se drogan con plástico. El agua lo encharca todo, las heces de animal lo manchan todo y al atardecer despiertan los mosquitoscon los que miles de personas en el slum de la gran estación de tren de Varanasi (Benarés) juegan a la ruleta rusa: cada vez que un insecto aprieta su gatillo contra la piel se disparan las posibilidades de que vaya cargado de encefalitis japonesa, dengue o malaria, que afecta a 24 millones de personas cada año en India. Al norte de las vías y los andenes se extienden kilómetros cuadrados de barro, chabolas y un remolino constante de niños.
Un niño aspira pegamento en el slum de la estación de tren de Varanasi (Foto: Juan Luis Sánchez)
Un niño aspira pegamento en el slum de la estación de tren de Varanasi (Foto: Juan Luis Sánchez)
Los chavales trabajan en la estación, o más bien de la estación, parasitando la enorme actividad humana que genera el principal nodo de comunicaciones del norte de la India: rellenan botellas de agua en fuentes públicas y las venden a 5 rupias dentro de los trenes; piden dinero entre vagones con hermanos pequeños en brazos, roban carteras tirando de picaresca; sacan el combustible de las locomotoras, limpian zapatos, se prostituyen. "Mi vida está arruinada, pero me gustaría que la de mis hijos fuera mejor y en este ambiente va a ser imposible", dice Sandosh Punjab, una madre de 3 hijos y 5 hijas.
Muchos son huérfanos o huyeron de sus padres; también hay familias enteras, unas 200 con 8 personas de media cada una, que acudieron a este cajón de miseria pensando en alguna oportunidad. En la parte de atrás de la casa donde un hombre fabrica bolsas grandes de tela cosiendo otras más pequeñas, un grupo de mujeres sentadas una tras otra en la puerta se quita los piojos en conversación animada como de peluquería.
Parte de una familia en el poblado chabolista de la estación de tren de Varanasi (Foto: Juan Luis Sánchez)
Parte de una familia en el poblado chabolista de la estación de tren de Varanasi (Foto: Juan Luis Sánchez)
No es sencillo entrar y salir de este campamento, pero el respeto a Manju lo apacigua todo a su paso. "La mayoría de estos niños son delincuentes, pero es lo único que pueden hacer para sobrevivir o para satisfacer a sus padres", nos cuenta mientras caminamos por los rincones empantanados esta misionera del sur de India que renunció a evangelizar para venir a una zona del país done los cristianos no son ni el 1% para centrarse en "rescatar niños", en salvar vidas, aunque sea una a una. Su organización, Dare, hoy es el único agente social que tiene una actividad de ayuda permanente dentro de este slum, en el que ya se han dado por vencidas muchas ONG de todo tipo, y cuenta con un pequeño centro de acogida donde intenta resguardar a una treintena de niñas, para que vivan al menos durante la semana y se alejen de las chabolas.
Son las siete de la tarde y las chicas se preparan para dormir. Preeti tiene 13 años y presume de sus notas en el colegio, donde se ha incorporado a un grupo de alumnos mucho más pequeños que ella. Su madre le obligaba a pedir en la estación con su hermano pequeño en brazos, durante todo el día. Los centenares de rupias que ganaban desaparecían pronto. "Cuando llegan aquí, siempre tenemos el problema de que al tiempo empiezan a escaparse y volver. Y luego tenemos el problema de que algunas reniegan de sus familias, se avergüenzan de proceder de la estación, y también trabajamos para que no pase", cuenta Manju. 

En Varanasi hay al menos 227 poblados chabolistas reconocidos oficialmente. Parchean el mapa de la ciudad y concentran al 38% de los 1,2 millones de habitantes de la ciudad. Hay una veintena de organizaciones que intentan llegar a donde el gobierno no puede, paralizado por la corrupción, los sobornos y las mafias. En muchas calles hay bombas de agua para el abastecimiento público con una profundidad mínima de unos 40 metros para garantizar cierta salubridad; muchas no funcionan. Nadie las repara aunque se pague y las familias acaban por instalar la suya propia en casa, por un método más artesanal, más barato y que saca agua para beber a apenas 10 metros de profundidad, llena de vertidos, bacterias y restos de la defecación pública, que es costumbre entre la población con menos recursos y menos formada en hábitos de higiene.
El slum de la estación de Varanasi, con las vías del tren a la derecha. El agua encharcada es fuente de infecciones y provoca la aparición de mosquitos, que transmiten enfermedades mortíferas de animales a personas vulnerables como los niños.
El slum de la estación de Varanasi, con las vías del tren a la derecha. El agua encharcada es fuente de infecciones y provoca la aparición de mosquitos, que transmiten enfermedades mortíferas de animales a personas vulnerables como los niños.
Ninguna ONG, ningún proyecto de asistencia, pondrá solución al problema de que solo en esta ciudad casi medio millón de personas vivan en estas chabolas, pero mirando a los ojos de los que aprenden las herramientas para salir del fango es imposible pensar que no sirven de nada los pequeños heroísmos en forma de ayuda. En India, el algo no está igual de lejos del infinito que la nada. 
Lo del infinito es una abstracción obscena para la familia de Ramjan, que vive en una caseta minúscula también rodeada de bolsas de arroz sin arroz, en otro slum de la ciudad, más urbano. Vienen de un estado al este de Uttar Pradesh, cosa que en India, que es más un subcontinente que un país, equivale a decir que son inmigrantes. Parece que acaban de llegar y llevan ahí 20 años, empleando a los 7 miembros de la familia buscando entre la basura para venderla a las mafias del reciclaje y ganar unas 4.000 rupias al mes, 47 euros. 
Dos calles más allá encontramos la penúltima vuelta de tuerca de la pobreza sometida de un país que siempre esconde un apretón más. Un edificio en galería alberga talleres de reparación de bicicletas y un telar donde 12 máquinas tejen bajo supervisión adolescente. La escalera de cemento visto conduce a la azotea. Allí se apelotonan las casetas de 50 familias, que pagan un alquiler por vivir su miseria en el techo. A 10 metros de altura, con el lujo de no tener barro a la puerta de casa.
La estación de Varanasi recibe más de 300.000 pasajeros al día. En los trenes trabajan niños que viven entre el andén, el vagón y la chabola (Foto: Juan Luis Sánchez)
La estación de Varanasi recibe más de 300.000 pasajeros al día. En los trenes trabajan niños que viven entre el andén, el vagón y la chabola (Foto: Juan Luis Sánchez)
La locomotora de la economía india acelera en las vías internacionales de la alta rentabilidad, a un ritmo del 7% cada año. En el tren, casi vacío, viajan empresas de software, corporaciones agrícolas y graduados en el extranjero. Por el camino se quedan millones de personas, casi la mitad de la población, tiradas en el andén de la miseria.
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Nota: Esta cobertura de eldiario.es en India es posible por la invitación de Manos Unidas, que ha corrido con los gastos del viaje.

Saturday, October 12, 2013

La nube habitada. Janusz Szuber

La nube habitada. Janusz Szuber | FronteraD

CUBIERTO CON UNA MANTA, DE ESPALDAS

Se echa de espaldas, cubierto con una manta, apaga la luz y con la misma mano comprueba si la silla de ruedas está con el freno puesto al lado de la cama, a medio metro de la mesita de noche, donde están el teléfono, un cuaderno y un bolígrafo.
La mesita había sido una banqueta regulable que pertenecía a un piano de la casa Petrof. El negro vítreo de la piel, el esmero puesto en el forro. Esto es lo que queda de ella, sin la zona del recubrimiento de piel de múltiples capas ni el sólido eje escondido en la abultada columnata central. Y quedaron dos círculos completos, aberturas horadadas de un tamaño similar, una marca doble que dejó el eje. Los círculos, superiores e inferiores, unidos por cuatro balaustres estrechados y modelados simétricamente. Los inferiores tenían además tres bolas aplastadas debajo, ahora toda la superficie descansa directamente en el suelo.
A quien anota todo esto se le ocurre pensar a veces, antes de quedarse dormido, que estaría bien que lo incineraran con lo que es aún este mueble que le acompaña desde la infancia. Lo infranqueable sería finalmente franqueado: diferente, al ser atribuido de manera exclusiva a sí mismo, a la vez se abriría recíprocamente al no-mismo.

Sunday, November 06, 2011

fotografia como luz usada

Subject: De fotografía

http://thephotographyfiles.blogspot.com/search/label/A.%20Leo%20Nash     Algunos de los mejores fotógrafos de la historia.
http://www.shorpy.com/    Una pasada. La gente, el campo y la ciudad. Fotografía norteamericana de los siglos XIX y XX.
http://www.zeno.org/Kategorien/T/Kulturgeschichte?fr=A   Magnífico archivo visual. En alemán.
http://www.doctormacro.com/News.htm    Una de las mejores webs de la red. Cine clásico americano.                                           
http://englishrussia.com/2008/08/19/st-petersburg-19th-century/   Friki.  
 
 
                                                                                                                                         Saludos,
                                                                                                                                         Germi
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